Construida en el siglo XIII, esta ermita ha sufrido profundas modificaciones, quedando sólo dos tramos de la estructura principal con una pequeña capilla cubierta con una bóveda de crucería simple.
Desde el punto de vista histórico-artístico, destaca la decoración de ménsulas y capiteles y la portada situada en el muro de los pies. A pesar de su estado de deterioro y reconstrucción, conserva el arco apuntado con arquivoltas con ornamentación geométrica y figurativa (figuras apostólicas sedentes), representaciones de ángeles y emblemas cristológicos en las claves y, en el tímpano, el momento del Juicio Final con Cristo entronizado por María y Juan y ángeles con los símbolos de la Pasión. Se ha ubicado este conjunto escultórico dentro de la Escuela Burgalesa (segunda mitad del siglo XIII).
La Ermita representa uno de los ejemplos más importantes de las construcciones del siglo XIII navarro.