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Curiosidades

LEGARDA

Cuadro sobre el Milagro de LegardaEn 1468, estando cautivo en Argel, Tomás Ramírez, de Lodosa, pedía a la Virgen de Legarda su liberación rezándole todos los días. El moro Zualí que lo tenía preso, lo ató con cadenas y encerrándolo en un arca se puso sobre ella.

Las oraciones de Tomás a la Virgen hicieron que, en una sola noche, el arca que encerraba al preso, junto con el moro, subiese mar y Ebro arriba hasta llegar a Legarda. Al descender el moro del arca, las campanas se pusieron a tocar solas y los pueblos de Lodosa, Mues y Mendavia, avisadas por su son, llegaron a la ermita a recibir el preso. Ante el hecho tan prodigioso, Tomás quedó libre y Zualí, arrepentido, se bautizó.

Los tres pueblos hicieron promesa de acudir en peregrinación a Legarda, mientras el mundo sea mundo, el segundo día de Pascua de Pentecostés, que fue cuando ocurrió este milagroso acontecimiento.

LA BARCA

Desde su construcción en 1894 hasta su desaparición en los años 70, la barca representó para Mendavia, economía, comunicación y esparcimiento. Servía de paso del Ebro para llevar a los viajeros a la estación que existía al otro lado del río, que usaban el «Tren Correo» o el «Trenillo» para desplazarse a Calahorra, Logroño o Tudela y Zaragoza. Fue legendaria la «diligencia» que se encargaba de llevar y recoger a los viajeros así como el correo.

En aquellos años, el cultivo de la remolacha en Mendavia fue muy importante y la barca era el medio que tenían los carros y «galeras» para atravesar el río con su mercancía para descargarla en los trenes que la trasladaban a las azucareras de la zona.

En reconocimiento a lo que «La Barca» ha sido para este pueblo, tiene dedicado un monumento en el centro de la localidad.

La Barca                         La Barca